no hay vuelta de hoja.

me divierto con poco y juego con mucho, paso horas muertas pensando sin pensar y me gusta salir a la calle y ver pasar a la gente y oírlas hablar, cada uno con su historia, cada uno con su vida, la mitad de la gente de la ciudad no quiso vivir aquí toda la vida, tampoco pensaba como iba a ser su vida y mucho menos, como la iban a afrontar.No valoramos lo que tenemos, somos egoístas y así el mundo no funciona.Nos vemos tan insignificantes a nosotros mismos que no encontramos ninguna solución a nuestras vidas, o insignificantes o egocéntricos, no hay vuelta de hoja.