viernes, 3 de febrero de 2012

Nos hablan de paz y nos dan un arma.

Que tú decidas coger el camino corto, todo recto y la primera a la derecha yo elegiré el largo el paralelo al tuyo y a cinco metros de separación entre tu cadera y la mía. No pedimos que todo vaya bien día a día, pido no sufrir por los recuerdos humeados de un café demasiado caliente y unas mañanas lo suficientemente tranquilas y divertidas que desee todas las mañanas despertarme para vivirlas.


Sigo pensando que una mirada dice mas que mil palabras y que expresa lo que ni ochenta tardes hablando, es ley que lo que quieres cuesta-engancha como la droga-y duele como la apendicitis, estos pros y contras son los que nos dan fuerza para sonreír a las nubes grises que sobrevuelan nuestra cabeza como un algodón de azúcar recién comprado.

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