Te vi coger la maleta, me asuste, me vi hace apenas unas horas, nuestra discusión, nuestra fatídica discusión.Todo puso punto y final aquel sonido chirriante de la puerta cerrándose, habías desaparecido, sale a la terraza y vi como el coche pitaba saliendo del garaje, me di cuenta de que nada volvería a ser como antes, que ya no serian dos las tazas de leche a las 7 y 30 de la mañana, ni la mesa del salón estaría invadida por papeleo, que al parecer, tu habías decidido empezar tu vida en otro sitio que no era mi habitación.
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