viernes, 14 de octubre de 2011

un aire otoñal corre ya por la ciudad.

tapada con la manta de ositos de hace años, sentada en la silla, enfrente de el ordenador, siento que la vida pasa como sin querer pasar, que es cierto, no podemos parar el tiempo, y ni si quiera, querer pararle, en realidad, tampoco nos serviría de tanto, las cosas pasan y se olvidan, no podemos pretender suspender el aire como un examen de geografía a primeros de curso,respiro ondo, miro la pantalla y lo único que veo son letras sin sentidos y sonidos saliendo de los altavoces sin mucha calle a sus espaldas, demasiadas palabras, demasiado poco sentido en ellas.

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